La ósmosis inversa es un proceso que permite obtener agua con muy bajo contenido de sales disueltas (agua dulce), apartir de una fuente de agua con alto contenido mineral como las aguas subterráneas (de pozo) o de mar. En forma simultánea, se logra la remoción total de contaminantes orgánicos, bacterias, virus, pirógenos y coloides.

En la práctica, la ósmosis inversa se logra colocando en serie una bomba de alta presión con una membrana semipermeable. La presión se aplica al agua de alimentación produciéndose dos corrientes: una de permeado con bajo nivel de sólidos y otra de concentrado con alto nivel de los mismos.

Características técnicas

> Membranas tipo TFC de configuración espiral, origen USA.
> Tubos de alta presión en PRFV, bruñido interior a espejo para evitar desarrollo de biofilm.
> Bomba de alta presión centrífuga multi-etapa, en acero inoxidable AISI 304.
> Bastidor totalmente en acero inoxidable AISI 304.
> Caudalímetros para control de agua producto y rechazo, origen USA.
> Manómetros en acero inoxidable, para control de presión pre y post membrana.
> Microfiltro de densidad graduada, en polipropileno termofijado de 25-5 micras.
> Presostato de baja presión para protección de la bomba de alta presión.
> Presostato de alta presión para protección de las membranas.
> Conductímetro compenzado por temperatura, para control del agua de permeado.
> Tablero de mando eléctrico, automatizado por PLC, con diagrama conceptual para visualización del estado de funcionamiento y fallas.
> Arranque y parada automática comandada por interruptor de nivel en tanque.
> Bomba dosificadora de antiescalante, con doble regulación, por carrera y frecuencia.
> Lavado automático de membranas por flujo de alta velocidad, comandado por válvula actuada electrónicamente.


La presencia de ciertos contaminantes en el agua de alimentación, tales como coloides, sales incrustantes, cloro libre, hierro oxidado, etc., hará necesario la instalación de un pretratamiento de agua adecuado para remover estos elementos, con la finalidad de proteger las membranas y aumentar su vida útil. A tales efectos puede disponerse del empleo de filtros de profundidad multimedios, dosificación de ácido y/o antiescalante, ablandadores, filtros de carbón activado, etc.
En determinados casos el agua tratada por ósmosis inversa requerirá un acondicionamiento posterior para ajustarla a las normas de calidad establecidas, como pulido por intercambio iónico, descarbonatación, mineralización controlada, etc.